duermevela de fakir

Cuando me tiendo sobre los clavos
No dejo de notar que cierta tibieza
Como fugada del final del día
Me envuelve en una coraza más dura
Que el tiempo y puedo sentir que el hierro
es sólo la sucia lengua de Dizzy
haciendo de trapecista
en medio de mi espinazo

por eso
me pregunto
con esta espina
dobla
da al cinto
y los bolsillos vacíos
si no hay cosa más dura
que roer el hueso de los insomnes


Canción ayahuasquera para nadie

No era tu padre la sombra que nos miraba desde el filo del mar, las voces que llegaron envueltas en celajes espumantes, cual parte, víscera azul, de un cuerpo que necesita champagne, carne y, sobretodo, el vuelo de las moscas, mas parecía querer morirse por dentro, porque empezó con eructos y luego terminó por enfilar a diestra y siniestra erecciones espontáneas, celo del estómago que se arquea, le llaman, con todas las ganas del mundo la necesidad exige el peso del cielo, hijo de las estrellas, recuerda vomitar lienzos y despedir cadenas para conseguir un poquito de ti en cada una de ellas, así como si fueras el pequeño y oscuro mito de la caverna leporina.

el cuarto menguante del narciso hipocondriaco


1

El depilado empieza por la tarde. Mira en el espejo sus muslos de atleta, su trasero decae y se agita porque sabe que la soledad es un mal tópico para asentarse. Un rincón que se ha mantenido libre de todo tráfico es el ombligo, ahí levantarás la primera paja y habrás amado, en esas estaba, arrobado por la secreta contemplación, vísceras azules, salpullido ex profeso y delicuescente, por ejemplo, ahora mi mano ha decidido seguir el curso, total de las horas lácteas, esa combi pasa a cada rato y en este lugar, sin duda, seré el primero en morir, dónde estás escobita de bello púbico?, mi gran amor tiene hojitas verdes como hojitos rojos y mucha, pero mucha, concha. He ahí la naturaleza de las cosas, hijo, sino pregúntale al jardinero y su manía de llevar las aguas turbias por el hábito gastado del burócrata onanista que en medio del sueño se parte el espinazo.


2

Su cabeza habita un cuerpo extraño, de ahí su mal humor y la ojeriza de los espejos, vaya mártir que resultó este perro del hortelano, viaja sin pagar y, encima, acomoda su costal de moños rojos en el otro asiento, que tal conciencia. El muy huevas se pasó todo el viaje mirando la calle vacía como perro que se tiene poco aprecio y de ahí que ni amigo de sus pulgas y su ensañamiento arde cuando el sol muerde con las uñas. El acto más placentero que se puede hacer, dijo alguna vez entre dientes, era rascarse la espalda sobre el lomo de las piedras masticadas por las olas.


3 (Outlaw blues)

dylan me lleva por la tupac amaru en una combi vacía que avanza
para dar a la caza alcance.



4 (amuleto)

Frente al espejo miro que me crece una rala y patética barba, mis dientes amarillos tienen una corona verdosa, mi nariz hecha humo y en mis ojos dos surtidores de niebla difuminan las distancias. El cuerpo se desliza hacia la tibieza de unas vísceras palpitantes, recién cosechadas. Turbieza de ánimo me lleva a desdeñar el otoño, dejo rodar mi cabeza por el filo de la ventana, recorre los pliegues y repliegues de la carne, las zonas donde el amor no llega, un país lejano y húmedo donde todo principio es una piedra esmeralda.

5 (futuro)

Acamparemos sobre el mapa de enredaderas
atendidos por la nocturna sombra de una gentil morera

fumaremos esmirra azafranada entre las pieles de carnero

6 (a screamin' jay hawkins)

los ruidos de la radio suenan como canchita reventando
en mi cabeza
se bajan por el lapicero
y me llevan un poco por la tangente
de la belaunde p'arriba te llevan las lanchas
aunque a esta hora de la mañana están nubladas
duermen el sueño de los turbios
trazando la rúbrica del bus esa nube de plomo
tiene buen lejos e interesante perfil
se parece a la javier prado por la noche

yo bailaba con mi sombra
dejándome llevar por un cantante de ópera negro
que todos deberían escuchar

y ver saliendo de un cofín morado
para hablarle de manera jocosa
a su buen amigo
el costal de huesos, henry.

ellos bailan con james

yo te decía sin que te dieras cuenta
que éramos la oscura pareja del eka
la que en medio de la pista baila
sin ritmo sin dinero y sin vergüenza
sigue derecho el camino de la noche
y resbalarás por mis caderas, me susurrabas
entre say something say something
madura y agria como los higos
que me cuelgan del mostacho
gracias a nuestra lucidez
—esa oscura bruma—
no hay necesidad de ver
las ruindades del otro
con ojos de camello
el animal más perro, agregaste
mientras tanto
yo sumía mi joroba
y movía mis huesos
de acromegálico
con una cañita de pescar
cuidando
de no pescar
tus pies envueltos por la espuma.

Santo Domingo

Mientras iba desde Cavillaca
Hacia Emancipación
Una idea de mimbre
Y tierra muerta
me tomó de las axilas
olió a seco de cordero
y una porción de garbanzos
una porción de garbanzos
yo sería feliz me dijo
con una porción de garbanzos
mientras sumergía su rostro
en el hueco de las manos
a partir de ahí
por el descarnado
monte de venus
El camino hacia
La hoja en blanco
Puede pasar
por sacudir una estrella
me dijo entre palomas
el mendigo
de Santo Domingo

winston smith dice

Julia, si miras bien mi constelación de manchas
observarás una pareja de pajaritos copulando en el cable del telégrafo
y, además, a todo la collera de nuestras queridas grises ratas
dándole toques de diana a la mota
es que en ese tiempo yo tenía fe en el pasto quemado
era grato para nuestros espinazos (lo justo es nombrarlo)
por eso cautivo de mis vicios fui afortunado
aunque debo reconocer también que la conversión fue dolorosa
entre espigones que se arqueaban sobre mi frente
y enturbiaban todos los remansos donde
nuestras queridas grises ratas se acicalaban los bigotes
cantando al suave pacer de la corriente de agua
bailaré sobre tu tumba y te daré un hombro cansado
para colgar entre lágrimas de cocodrilo el hábito
del tronadito que se quiebra con una paja.

Fábula hermética con trasfondo épico

Obtenida la primera respuesta sacude su pelaje: así se desprende de las molestas objeciones. Las huellas, el rastro de sangre que el ser amado dejó en los rincones de la casa. Nadie se adelantó al anuncio de su esplendor, era el anuncio de su decadencia. Insólita huída la que emprendieron nuestros hombres tras ella, la última palabra. Ella sabía muy bien a qué atenerse: una piedra, una bacinica y un camastro en la que cada noche tras la llegada del hombre le abriría la cabeza de una pedrada.

Cancionario apócrifo sobre los estados de la piedra esmeralda

1
Astros como señales
estrellas de barro
vida como fuego aire agua tierra
vivía como una semilla de reptil

las cáscara rota dentro de nuestros antepasados
rol de creación y corrupción necesita a la naturaleza
dijo, el runa, entonces creamos las ciencias liberadas
por conocer la ciencia de todas las cosas

y sus viscosidades



2
para vivir con las oscilaciones
de cubito dorsal
impregnado hasta el alma
de ventrílocuo de papel aluminio
estrujado como una naranja
completamente azul azur sin vergüenza
asentándose en la mayoría de los tópicos
sin punto de comparación
corolarios sobre los hombros
el horizonte cuelga ojeras
sobre alambres oxidados
a manera de vecindario de película
tornasolada por la frialdad de las lluvias ácidas


3
es algo en la garganta
fácil en la retina cuando soporta
varios planos
y la piel asume una perspectiva diferente
a la caída del sol en la ventana
un movimiento que se petrifica
es una serpiente
que tiempo atrás
definiría la espalda
del tiempo contra la arena
y hasta el de las mujeres
con las estrellas


4
no me voy
porque mis párpados llegan
hasta el suelo
y mis brazos han arraigado
en el papel menos compulsivo
la vibración de una tela de araña
es como la campanita de la comida
de esas películas
o eran dibujos
que caminaban como gatos
amortajados al roche de la noche


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coda


Entre la edad del vitriolo
el espejo que se libra de los reflejos
con una vieja navaja de afeitar
se distrae con el verde esmeralda
cuando los ojos echan fuego
y la descomposición

es una virtud desconsiderada

La gata

Mi gata duerme
sobre el sofá

afuera las horas pasan
la gente pasa

Abre un poco los ojos
Se estira
mitigando los calambres
—un mar embravecido
golpea sus costados—
luego los cierra
y sigue durmiendo

Breve homenaje a Brecht en 3 actos


1
(Escenario: Caminando bajo las arcadas del centro
la neblina bajará lentamente
como un estallido frío y longevo)

Sobre una carretilla de churros
Llevo a mi hija
que se estremece por el ruido de las ruedas
cuando pisan huesos estrujados
los pateo
Ruedan inhóspitos
y pienso en los gusanos

¿ a dónde se habrán ido?


2

( luz de llegada de la mañana: penumbra azulada)

¿ el frío es nuestra piel
señor emolientero ?


3

los señores se fueron
tras su segunda vuelta al mundo
a su casa de playa
Y no le dijeron nada a naides
Yo le hacía trenzas de humo a la niña
Que sobre el mantel
había poseído
Mi hermano el jardinero
El verano pasado

Escaparon

viaje a través de la madera (primer intento)

cuídate de los perros de traza
buscando las señales de humo
mis ojos ruedan como dos sandías
recorriendo los caminos de la madera
entre una salita de tierra roja
muebles de fierro y sillas de mimbre

(a veces hay que cerrar el círculo
no necesariamente alrededor del cuello)

me refiero a la pared que se quiere abrir
como una boca llena de tablones
con un panal de abejas
dentro de la cabeza
y ondulaciones en tu pubis
un celo bioquímico producido
por mis excesos de ranita

para el padre
la otra tarde me sugería hacerme cama-león
después de todo agregó
había que aprovechar lo buena gente que era el jefe de la tribu
y así te puedes tomar una tarde o una mañana
porque mira tú
primero la salú

me refiero también a una canción
ochentera que me gusta mucho pero
que lamentablemente no cito y no canto
por culpa de esta vegetariana
memoria mía
(darklands)

la madera es fría y oscura
y habla desde todos los paralelos y fuentes
habla a través de ti Eleuterio
y me hace hablar con el cuerpo abierto
y puedes ver mi pepa negra mi tripa salida
(mueca de asco)

en ese momento pensaba que mis dedos podían arar tus cabellos
te señalo las estelas amarillas que dejo en el aire
afuera se cobija tibiamente
un perro
bajo las arcadas de la luna
mi estómago
gira y se llena de estrellas
tengo frío

Poética


palpo la cavidad
con mi lengua
tengo noventa años
y poseo este único entretenimiento
escarbarme los huecos
de las encías con la sinhueso

jugando con Almudena


El elefante morado
Esperaba bajo las patas
De la mesa verde olivo

después te va a quedar
El diente chueco
por tanto morderle las patas
a las jirafas

—sírvame un café
con mandarina, por favor—

luego pasearemos descalzos
alrededor del baobab silencioso
para dormir
a mi hija
la tierna serpiente
que se enrosca
en tu tobillo
y te hace
pelar
pisar
quemar
trizar
las escamas de los goldfish
la cola de la gata
las plumas de los loritos

las orejas de la perra

combi*

( 1º altar)

un par de garfilds
c/u tocando una guitarra eléctrica
un guiño de aluminio en medio de los cerros
y tu cabello solía volar
como la cinta bicolor a lo largo
del parabrisas
en medio
oscilante
y sucia escarapela

se abre como una flor
que pretende brillo solar
casi a la misma altura
de los dientes el corazón
se parte en un par de zapatitos
blanco y rojo rojo y blanco
colgando del retrovisor
exactamundo encima
de la capilla ardiente
encerrando a nuestro ensangrentado
señor de Ayabaca
rodeado de palmas doradas
y terciopelo
rojo

en el centro
dominando el fondo
recostada y obesa
la panza de burro
y sus garrapatas
corriendo como locas

2° entrega: BREVE JORNADA DEL HOMBRE CANSADO


no hay desnudez que no haya
atravesado la lengua de dizzy
la suave piel por ejemplo De un animal asustado

con el paquete más duro que el trulo alex
me da por lamer tu mano llena de almizcle
y asbesto
te la hundo hasta el estómago
y se altera la órbita de nuestra percepción
tu corazón de nadadora
es un huevo ovillado que no te ha dolido al salir ?

ha empezado a enfriarse mi espalda
Un café a tu nombre no le viene mal
A mi estómago que tiembla como el lomo
De un animal asustado por su sombra

esa película es mía dije
mientras encallaba un espigón rosáceo en medio de mi frente

The electric angel's fall

a silvia

cuando la lengua
se enrede con la lujuriosa relación
entre la taza de café
y el temblor de las manos
el poema será un bulto que no se puede
arrojar fuera de la boca
el espinazo de nuestras afecciones
se arqueará como el del pescado

que se esfuerza por zafar su aleta del anzuelo

poema de mentira

Me acosté con nube negra cuando tenía forma humana
En la mañana la encontré bajo la sombra del kiosko de Acos
Comprando pan para los canes atormentados por la sarna
Nube negra no tenía piel se le había descascarado
una noche de tormenta y pastillas yo la besaba la mordía la engullía
Luego pacía sobre sus constelaciones —picaduras de zancudo—
Y después del amor escuchaba sus toses y carraspeos como si estuviera bajo el agua
Nube negra era suave como espuma de polietileno
Cierta vez leí de un poeta menor

que su gran grupa marmoleada parecía modelada por Botero
Lo cierto era que era suave al tacto, Sancho, como suave piel

de melocotón aglutinada por las frías aguas del río chillón.