Blue teenager

Hoy es viernes
y los chicos de mi edad
salen con ganas a la noche
se emborracharán seguramente
y para cuando la madrugada
se haya hundido en sus cuerpos
nadie estará solo

Mudanza (a love supreme al fondo)

I
Obligado a mudarme
entre los humanos pares
justo ahora que vengo del baño
completamente lanzado y azul
floto sobre mi tenue sombra
cuelga de mis vencidos
párpados enrojecida esclerótica
dame claridad.

II
El ácido y dulce sabor de la quinua
resbala por mi gaznate de espantapájaros
mientras la ronda de gallinazos
—altos funcionarios de terno y corbata—
reduce su diámetro alrededor
de mi desolada inutilidad.

III
Reconocimiento, resolución, perseverancia
y humo, mucho humo hasta deshidratarnos
cuando la cuerda floja de la lucidez
sea un arco sin flechas
o un salmo sin dientes...

IV
Recuerda: la fiebre y el olor a vinagrillo
de dos cuerpos que se consumen
en medio de la más densa oscuridad
palpable en los huesos de xysed la chic
— sus caderas de armonio siglo xvi —
devienen en la armonía exaltada
a su justa significación:
una cama rechinante.

LXXIV

Hubo un día tan rico el año pasado...!
que ya ni sé qué hacer con él.

Severas madres guías al colegio
asedian las reflexiones, y nosotros enflechamos
la cara apenas. Para ya tarde saber
que en aquello gozna la travesura
y se rompe la sien.
Qué día el del año pasado,
que ya ni sé qué hacer él,
rota la sien y todo.

Por esto nos separarán
por eso y para ya no hagamos mal.
Y las relfexiones técnicas aún dicen
¿no las vas a oír?
que dentro de dos gráfilas oscuras y aparte,
por haber sido niños y también
por habernos juntado mucho en la vida,
reclusos para siempre nos irán a encerrar.

Para que te compongas.



De Trilce
Poesía Completa, Ed. Procultura, Casa de las Américas. Cuba, 1988.

*Gracias a la versión musicalizada, en ritmo de blues, de rafo pude prestar debida atención a este lindo poema que se me había escapado de nuestro querido, como diría el buen joan, Vallejito. Por eso a buscar el disco homenaje que le han hecho bandas locales.

Contentamiento del convaleciente

Ahora que sencillas materias
animan las brasas de mis monólogos
mi espíritu se estimula
a punta de cafés tibios
y mis semanas suficientes
flores de patetismo tienen
con los partidos de mi alicaído
y blanquiazul equipo
hasta mi sonrisa restaurada
se esfuerza por elevar el velo
más allá de su artificial brillo
de una repentina bonhomía
mientras dure esta viada
me digo frente al gentil espejo
pasearé las galas de la buena salud
bajo arcadas celebratorias
y recibiré con adolescente expectativa
la llegada del verano
y sus nocturnas caricias .

Contra la azul indiferencia de una burócrata

a Claudia


Porque no quiero que llegues a hablar del clima con tu reflejo
de la pantalla porque no quiero que se marchite tu sexo
entre cuatro paredes que bien pueden ser dos maderos
y la esperanza cada vez más lejana de salir a flote con ellos
porque no quiero que tus pasos de inquieto pajarillo se consuman
en el triste viaje que va de tu escritorio al despacho del jefe.

Oculto en un raído traje sastre yo te observo, pajarillo
te observo mientras pierdo el tiempo en lecturas que olvido pronto
incluso mientras tecleo estas palabras mal formadas
mal encauzadas vadeando siempre las orillas más pantanosas
de mis sueños te observo como observo el amarillento flujo
de mis manías más vergonzantes que tu apenas sospechas
pero seguro intuyes: una oscuridad gratuita e insignificante
que a veces me espanta con las encías peladas de su vieja sonrisa.

Es que hay un vicio que no me deja no me deja llegar a las ramas
más frondosas de la caída y estar menos colgado en papeles
embarrados con palabras de otros nunca mías palabras
que apenas si entiendo que apenas si aprehendo
a reconocer más allá de la oscuridad en la que me dejan
porque ciego y todo camino como gato por los techos
de tus ilusiones y me lavo la cara con lo poco de saliva
que me queda para estar presentable y regar con mi sed
esta flor narcótica que te entrego entre oficios y memos
nada memorables: acógela con devoción y sordidez.

You don’t know what love is

No sólo recogemos nuestros pasos
cuando de ser dejamos
también con los accidentes venales
cosechamos manchas y cicatrices
o incluso con el simple atisbo
de una anomalía en la silueta
de la mujer soñada
y repasamos el sinuoso camino
que nos ha llevado
casi sin darnos cuenta
al estado más vulnerable
una herida desnudez
sin mas gracia
que aquesta lampiña nulidad
para los humanos menesteres.

Por eso acógeme
peregrino de los humeantes basurales
ensúciame con tu lengua de perro
imprégname tu hedor de sueños chamuscados
convierte los jirones rosáceos
de mi carne en el ceniciento despojo
que duerme bajo los puentes y escupe
una maldición cada mañana
a los carros que saltan por la avenida
como nerviosos cervatillos
apurados por entregar sus yugulares
a la maquinaria de la vida.

Proletarian blues

Como todos los acorazados por aciagas circunstancias
cortados de cuajo por el agudo filo del destino al acecho
tarde o temprano desenhebrada entre los viscosos
dedos la madeja dorada de una timidez pronunciada y gratuita.

Como el mesero de ese antiguo restaurante en el centro de la ciudad
que atendía sin mirar los ojos de los comensales. Aquel pobre señor,
que bien podía ser uno mismo en un futuro próximo, poseía un rostro
que contravenía aquella prontitud diligente y dejaba apreciar mas bien
una faz lánguida, cansina y como carcomida por la rutina de las moscas
girando como oscuras nubes de smock sobre las sobras de la comida.

De ánimo asequible este hombre se yergue cual la efigie
de un extraordinario animal viejo y dócil que absorbe
de las miradas indulgentes la fuerza para su ferocidad venidera.

Primera incursión nocturna de Alonzo, the armless

Olisqueo
defecto de mi malsana lucidez
una vacilante proyección sentimental
que se presta valetudinaria y embarrada
a la boca maldiciente de las hetairas
—sierpe mas rápida
que la mano del mago
sacando conejillos de indias
del ano de su ayudante

Cuando me llevaron una extraña
noche de celebración
al hombre forzudo y a mí
a beber yonque gitano
y brindar por los tortuosos
caminos de la perdición
y la vergüenza
fuente de gay saber
las mujeres públicas
con una vacuidad obscena
se descosían de risas
por los escarnecidos muñones
de mis costados
entonces vomité
luego a la más obesa
y desbocada
le pedí que me masturbara

Blues mordiente

Cuando escribo cojeo
cuando hablo lloro
porque el agudo y frío Eolo
golpea mi diente
con el tridente
de fiero Poseidón
o con el martillo
amarillo
de anabólico Vulcano

Humillado
por el pequeñito
dolor creciente
bajo la frente
y me abrumo
con la mirada
del inclemente Eolo
que desata la tormenta
nuevamente
de granizo corrosivo
sobre las negras
nalgas oh sensitivas
tripas expósitas
de mi diente mutilado.

Hangover blues

Ocúpate de mi dolor
víscera azul de la indiferencia
ocúpate de limpiar la sangre negra de mi ánimo
y su humeante corazón que se balancea
en el frágil hilo de su propio pulso
guíame cual borracho
en medio de la avenida
que deja tras cada esputo
una parte de su alma
aligera el peso de sus torpes huesos
que se hunden
en las turbias aguas de la carne
entibiando para nadie
la memoria perdida
de los sentidos perdidos
déjame dormido sobre el aserrín de la resaca
donde boleros se entierran
entre carnosidades florecientes
de flora y fauna el desengaño brota
cual viento de los metales
los suaves rincones
de orines oscuros