Autostop



Si hago autostop en los poemas de los jóvenes
sé que puedo caer en manos de añil solipsista
o de lúbrica sicótica Me pregunto si acaso
haya más que fetos enterrados en estas
carreteras solitarias para dejarme llevar
por El extraño y gentil miedo a mi sombra
que tiembla con quebradizo entusiasmo al
ver en los charcos del camino los espejismos
negados a mi gozo como las mujeres salvadoras
de los amigos que traicioné a mansalva
demasiado tarde para derretirme en el vacío
cuenco de la culpa desenterrada de mis genitales
La arena sibilante pule mis huesos
el fornido paracas me eleva sin esfuerzo
ni malicia sobre las esfumadas autopistas
la mujer barbada habla con mi hijo
textualmente una llamarada azul:
“Yo no soy veleta, hijo, quizás probeta
y si me encamino hacia la cuerda floja
es porque lo que hago a nadie hace daño".

No comments: