Porque soy malo en las despedidas
las evito como evito mostrar
el peor lado de mi naturaleza
ése que ya viste y te hizo correr
por eso prefiero callar
y deleitarme con tus gestos
que me llegan como el follaje sacudido
de los árboles y tu acento
que no logro precisar
—si moyocho o riojano
aunque diferencia mayor no hay
al menos para mi oído forastero—
me embarca sobre el río mayo
donde adormecidos bajo su pulso turbio
y contenido discurrimos quedamente
el motorista y yo
fumo uno de mis cigarrillos
y dejo que el humo me encamine
hacia el espectáculo del verde cortinaje
que se abre ante la mirada gris
de gigantes nubarrones
que se ciernen inquietos y agolpados
en la balaustrada de la tarde
para mirar a las ridículas criaturas sin pelos
tornar a sus guaridas.
las evito como evito mostrar
el peor lado de mi naturaleza
ése que ya viste y te hizo correr
por eso prefiero callar
y deleitarme con tus gestos
que me llegan como el follaje sacudido
de los árboles y tu acento
que no logro precisar
—si moyocho o riojano
aunque diferencia mayor no hay
al menos para mi oído forastero—
me embarca sobre el río mayo
donde adormecidos bajo su pulso turbio
y contenido discurrimos quedamente
el motorista y yo
fumo uno de mis cigarrillos
y dejo que el humo me encamine
hacia el espectáculo del verde cortinaje
que se abre ante la mirada gris
de gigantes nubarrones
que se ciernen inquietos y agolpados
en la balaustrada de la tarde
para mirar a las ridículas criaturas sin pelos
tornar a sus guaridas.
La Rioja, 24 de marzo 2008
No comments:
Post a Comment