Voy a heredar una úlcera
que me hubiese gustado conocer personalmente
es decir lamerla con cuidado de no quebrar
ni regañar su encostrado corazón
cuando empezara a sangrar
el limo amargo juntaría en mis manos
su ración de materia y me enjugaría con ella
el rostro los cabellos y saldría a la noche de las vociferaciones
recién nacido de una herida hija mía
tan puro y esbelto como una espada de grisú
Heredad
Publicado por
cmp
en
Monday, March 30, 2009
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