Cuando escribo cojeo
cuando hablo lloro
porque el agudo y frío Eolo
golpea mi diente
con el tridente
de fiero Poseidón
o con el martillo
amarillo
de anabólico Vulcano
Humillado
por el pequeñito
dolor creciente
bajo la frente
y me abrumo
con la mirada
del inclemente Eolo
que desata la tormenta
nuevamente
de granizo corrosivo
sobre las negras
nalgas oh sensitivas
tripas expósitas
de mi diente mutilado.
Blues mordiente
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cmp
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Thursday, November 08, 2007
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