Empty bed blues

I

Hago lo que un adolescente de mi edad
haría con una chica acostada
bocabajo. Leo mi suerte
en las constelaciones de pecas
de su amplio trasero


II

Sólo concibo el sueño
al abandonarme
con exuberancia
a mi propio placer:
arrancarte aquel seco
sonido al despuntar
una a una
con mis dedos
tus pestañas

Nos vimos en una oda de Ricardo Reis

Si lo que leo se parece no a mi vida
sino a lo que de dejar siento, Katherine,
debo decirte que nuestras manos no enlazadas,
nuestros cuerpos cercanos pero sin roce
y nuestra amistad difuminada por el deseo,
que a ninguno con celo aguijonea,
han devenido de las manos póstumas de Pessoa,
a quien seguro no has leído, pero lo intuyes
desde tu cuerpo y su negativa a dejarse rozar
mas que por las inexistentes olas de La Punta
y su calma sacudida por los guijarros de la orilla
que tan bien para nosotros se ablandan,
siendo el regazo donde nos sentamos
a mirar sin ver las aves marinas sobre las aguas
y su oscura tranquilidad
como una mancha de niebla
en la suave noche

De Un rato de filosofía*

" ¿Identidad del individuo? Quimera: no poseemos un alma única, sino una serie de almas; no somos un hombre idéntico, sino muchos hombres sucesivos. En lo profundo de nuestro ser, todos hemos visto nacer y morir muchas personalidades, todos representamos una larga cadena de individuos diversos y aun contradictorios . Una personalidad nace hoy donde otras murieron ayer: cada uno de nosotros quedaría figurado exactamente por una cuna circundada de sepulcros. Estudiémonos, evoquemos el pasado, y contestaremos que vivimos tan ajenos a nuestra personalidad de hace días o quince años como a la del transeúnte que divisamos en la calle. No tenemos, no queremos tener mas individualidad que la presente; no respondemos hoy de lo que hicimos ayer ni responderemos mañana de lo que hoy hacemos: hoy respondemos de hoy, mañana responderemos de mañana. No se concibe, pues, nada mas injusto que las penas reservadas en la Eternidad a los delincuentes de la vida: en uno se castiga la culpa de otros. "
*Ensayo inconcluso, escrito entre 1884 y 1888. Forma parte de "Nuevas Paginas Libres".
Tomado de Antología. Manuel Gonzales Prada. Peisa, 1975.

El viejo saurio se rasca (en el Eka)


Su sed lo fagocita todo Piedras brillantes
enmohecidas por Las memorias colectivas Las uniones
desuniones y reuniones Las risas como enredaderas
colgando de las luces Los vasos de cerveza y su brisa
liberando Las nostalgias comunes Las confidencias pasadas
bajo la espuma de botellas recién destapadas Los abrazos
en medio de un bosque de vociferaciones Las ganas
pisadas La exaltación agonística de la vida bien trajinada
en nuestros respectivos pellejos bien lavados
para la ocasión de darle un poco de carne perfumada
a todo lo ferozmente ido Caras como puertas ruidosas que se abren
al vacío de la esquiva compañía aun humeante
de muchachas de gruesas pantorrillas
cervatillos perseguidos que se difuminan entre las sillas y Las parejas
solitarias vibran como un desprendido racimo de vid
sobre la pista de linóleo suda y tiembla un milenario animal de carga
que retrocede y avanza salta y se desespera en busca de
lo que sea una áspera corteza La cáscara de un glande abandonado
donde frotar su inocente trasero y aliviar la sed que lo apremia

Stoned and Dethroned

El humo tiene dos caminos Y ninguno
es para todos El primero
es el de la izquierda
aquel que continúa el louco camino
del corazón que tenemos en la palma
de la mano como una herida
siempre abierta El segundo
el de la derecha es el de la perdida razón
del gozo El de la cabeza partida
como una fruta madura bajo
una oscura nube de moscas
desprendidas del sueño proceloso
una corriente de orina tibia
que nos arrastrará sin remedio ni regreso

A soplo de jaicu burocrático - lunch time

Angela cortaba
su carne con el cuchillo
al revés
sobre el plato
su nervioso corazón
era un ovillo
de alambres
oxidados

La verdad de la milanesa

La edad que no aparento me contiene
en el pergamino de piel que me he empeñado
en decorar con pequeñas heridas de vanidad
pues ésta me ha mostrado mi mejor angulo
coagulado por un vendaval de finos dedos
y uñas afiladas