Monólogo en hora punta del Turbio Endimión

Voy a seguir sentado todo el viaje, no quiero levantarme.
Así que mire a otro lado, señora estampa de la dolorosa,
porque aquí ni piense en levantar la carpa para usted
y el muñón que tiene por hijo.
Mis huevos hieden, estoy seguro que luego de levantarme
un vaho tibio subirá hasta las narices de los pasajeros,
quienes luego, y muy aristocráticamente, se escarbarán
los sobacos como sucios pájaros fruteros, y un sabor dulzón
parecido al deseo caerá pesadamente como una embarrada pluma
sobre sus lenguas. Saldría volando de este infiernillo,
pero las plantas de mis pies son dos planchas
al rojo vivo por el piso de lata cebado con kerosén,
estoy pegado y mis huevos hieden.

Monólogo blusero de Yocasta*Blue


Hoy me hundo Nuevamente
En tu viejo cuerpo, turbio Endimión,
Solo para escucharlo crujir
como ese viejo mueble que se deslomaba
bajo el peso de nuestro deseo
-la casa de tu madre - recuerdas
dónde me asaltaban Retozantes
y enhiestas tus cálidas manos –happiness
is a warm gun, decías- aunque, ahora, ya no recuerdo
tu rostro, ni si alguna vez reímos de los solitarios
los locos los puros tristes ebrios enfermos totales
que alguna vez nos cobijaron entre sus carnes secas,
mira lo que ha borrado la buena voluntad
de mi ira de tantos años ha.

Los sabores de Blue

Blue rechaza los nuevos caminos
cuando duerme —dice ella
que como una flecha—
a pesar que desabotono la ventana
sus muslos se me aparecen
como el relámpago de la dicha
aunque brillan sin mucho entusiasmo
entonces noto en su pubis los carrizos de un marinero barbado y bengalí
azur casi como la lengua
de un gato persa

No hay cabida en este cuarto
para mayor densidad
que nuestra respiración
que se abre en retazos
fieles a las sombras de su unidad
y quizás al vuelo de una mariposa amarilla
que cierra de un portazo la ventana
y evita de esta manera la en vana floración
de las cortinas o tal vez anteceden
a su efecto y también queman una espalda

Como una paja que nos parte en dos
un petirojo mueve una nube a la altura del cuello
es el deseo de ir consumiendo la distancia que perdí
en traer una puerta que me abriera tus piernas
no es posible respirar con esta postura

COLABORACIÓN DE LA CASTAÑUELA: Hola: te mando este poiema pa tu blog



Canto para la amada Daragoia y las aves del Perú

Allí vas tú, amada Daragoia
Con tu trasero generoso, abundante
Alimentando pajaritos
Más exactamente:
Cuculíes,
Paujiles,
Huallatas,
Incluso la chochaperdiz andina
Se acercó a tu mano
Antes de anidar en los bosques de la ceja de montaña.

Volverás, pues
A ser retratada
Una vez más
El trasero generoso se descubre
Ante un barbero onanista
Que espera,
Navaja en mano,
El manto de tu pubis pajarito.



De Poiemas golondrinos (inédito).

Arianna Castañeda. Jaén, 1981. Estudió Derecho en la Universidad de San Martín de Porres. Ha publicado en revistas como Letralia, El Hablador , La siega, Baquiana, entre otras. Actualmente se desempeña como editora adjunta del Boletín Cultural Chasqui. Es autora del poemario El jardín de los amables espinos (2005). Recientemente fue incluida en 18 Poetas Peruanos: Muestra Poética del 2000, proyecto web Lapsus Collage Editorial. Su poesía ha sido traducida al inglés y macedonio. Blog: animalsano.blogspot.com

Lady Lucien

1
ya no escribo más sobre tu almohada como palabras y no engordan los bolsillos sólo obtengo un mal aliento que no se quita con nada ni masticando tus pezones por el puro placer de ver sangrar tus asimétricas tetas

2
porque tus disuasivas ojeras cerraban cajitas de arena con todos nuestros gatos dentro o eran tus caricias matutinas a veces tibias a veces una mueca crecía bajo tus mordidas y yo me sentía una manzana

Lago

en Juli, Puno

Escamas plateadas
el sol se escapa
bajo el agua

Reflexión hermética con trasfondo quiromántico

Las líneas de mis manos
se están borrando
pero cuando confluyen
tienen la forma de una araña
piérdele el miedo, oscura daragoia,
ellas tiene un afán menos
compulsivo aunque se ciernan
sobre sí mismas
y muden su color
al color del ahorcado

exequias de la pajarita bosanova

Para asistir a las exequias de la pajarita bosanova
Debes padecer tus temores frente al gran espejo luminoso
que te expurgará las mañas sin tocarte un pelo
Un ruido leve de alas sucias será la señal que has pasado a la sala
recuerda que un pensamiento puede rayar el parquet
un movimiento del espíritu puede abrir las pesadas cortinas
y desatar la lluvia bajo los metales de un corro de ángeles desplumados
que te saludarán sin verte siquiera, aun así llegarás
donde la armonía, esa sucia puta, recostada sobre su gran sofá rojo,
detrás de la palmera y la arena ardiente, acariciándose los pliegues
mas no olvides el gesto contrito y el guiño respectivo -palo de aguaymanto- .

Combi’s thoughts (o poema urbanitas)

Abro la ventana de la combi
Convocan a un emborrachamiento Masivo
(una plaza del centro).
Recuerdo
las palabras de una canción cantinera
sobre los amores de la vida
quien sino las mujeres que lo arrebatan
a uno cual flechazo del regordete alado
En pocas y justas palabras
señoras y señores
Con ustedes
el instante
—metales al fondo—
(poetas aplauden como focas)
llegamos a san isidro
nos recibe un clown malabarista
cabellos crecidos
castaños y ensortijados
barba tupida
como selva
como supay
a lo lejos
entre el húmedo bosque de luces
Una bella mujer fenicia
De altas y rosadas encías
Tiene la tibieza
de un gamo herido
que lleva sobre el lomo
un costal lleno de sal
tan grande
como su cajita
de chocotejas

De la búsqueda de la virtud

Donde todos los perros ladran
voces de gatos vuelan,
dijo el ermitaño de yerbateros,
cuando el smock evapore los pelillos de la nariz
y un recuerdo pese más que un ojo, agregó
mientras acariciaba la costra de su frente
será la hora de dormir bajo la hierba,
mirando las altas y rojas encías de la noche.

visión para diosa caribeña y ruinas de pukapukará

Para llegar a tu escote —visión esmeralda y orilla lapislázuli — necesito el sebo del poder, untármelo bajo las axilas y sobre el vidrioso pecho, entre las piernas derrengadas y la cerviz redoblada de empleado público — que abriga sus huesos con los legajos de las vacas, nuestras vacas — que está aquí por la fuerza de los vientos, y no será necesario mencionar los problemas del estómago —ajada circunstancia que hace arder los pastizales de la alegría—. Pero lo que no saben tus fieles, ni tu misma —aunque deberías darte cuenta sin que te lo dijera— es que yo soy el sol que brilla de noche, en medio de tu duermevela empieza mi reinado, cuando te sueltas los cabellos y se derrama como una tormenta sobre tu cuello y son mis dedos los que dejan sus huellas —como fosforescente babita de caracol— que bajan de la comisura de tus labios, mírame brillar por la hornacina de la dicha mientras mastico tu nombre y azoto dulcemente la espalda de los amantes furtivos —mis hijos predilectos como los runas— que se arquean entre las ruinas.

sobre el deseo::primera recordación

como un animalito
creciendo al aire libre
como el jardín de la casa
el pellejo de nuestras
oscuras complacencias

trip al futuro::por lo tanto::poema futurista::atardecer en cerro

la mayoría de las reses
siempre se sorprenden
de ver rodar sus cabezas
sobre las afiladas laderas de los cerros

a manera de flashback: un poiema con cannabis y enamorada

Me gustó tu idea de perder el tiempo
bajo un árbol tu razonable manera
de pensar la historia como una danza
en pos de un encuentro
un el y ella
que se transgreden los límites
no sin cierto gozo o cierto dolor.

Esa es toda nuestra historia
decías encantada de encender y lanzar
palabras a mi alcance
mientras ibas —casi sin darte cuenta—
dándole forma de cuerpo al humo
de mi cigarrillo y poblando mi espalda
tan llena de silencio
como a la página en blanco
estas palabras que te escribo.

Desde entonces
se pudo leer el cielo en tu cuerpo
y a su tiempo
saber si el día sería o no triste
si el sol acaso sólo una mancha
sobre las cosas
como un antiguo vicio
que hay que ocultar a veces
hasta de nosotros mismos.